martes, 9 de abril de 2013

ALZHEIMER


      Alzheimer.

¿Y tú haz escuchado del Alemán?

El Alzheimer es una enfermedad mental considerada como terminal, es una de las enfermedades más temidas entre los adultos mayores, ya que despoja de manera gradual la inteligencia, conciencia e incluso la capacidad para controla las funciones corporales del adulto mayor, lo que causa finalmente la muerte.

El riesgo de que aparezca esta enfermedad aumenta notablemente con el incremento de los años. Los síntomas generalmente aparecen cuando ésta ya es algo avanzada. Los síntomas clásicos de esta enfermedad son:

  • §  Debilitamiento de la memoria. El primer signo en este síntoma es una notable incapacidad para recordar eventos recientes o para asimilar información nueva.
  • §  Deterioro del lenguaje.
  • §  Déficit en el procesamiento visual y espacial.
  • §  Cambios en la personalidad, apatía, rigidez, egocentrismo.
  • §  Deterioro del control emocional.
  • §  Ansiedad y depresión.
  • §  Irritabilidad.
  • §  Delirios.
  • §  Desvaríos.

 A continuación se muestra una tabla[1] de comparación entre la conducta normal de un adulto mayor y la conducta de un adulto mayor con Alzheimer:

CONDUCTA DE UN ADULTO MAYOR CON ALZHEIMER
CONDUCTA DE UN ADULTO MAYOR NORMAL
Olvido permanente de los eventos recientes; plantear las mismas preguntas de manera repetida.
Olvido temporal de las cosas.
Olvidar palabras simples.
Olvidar palabras complejas o inusuales.
Incapacidad para realizar las tareas rutinarias que implican muchos pasos.
Incapacidad para realizar algunas tareas difíciles.
Perderse en la cuadra donde vive.
Extraviarse en una ciudad desconocida.
Olvidarse que esta al cuidado de un niño y dejarlo solo en casa.
Distraerse momentáneamente y dejar de vigilar a un niño.
Olvidar lo que significan los números en la chequera y lo que debe hacerse con ellos.
Cometer errores en el balance de una chequera.
Cambios bruscos  y rápidos del estado de ánimo y cambios en la personalidad, pérdida de la iniciativa.
Cambios ocasionales en el estado de ánimo.
Poner las cosas en lugares inadecuados que la convierten en inservibles.
Colocar los objetos cotidianos en lugares equivocados.

Este tipo de enfermedad afecta la memoria a largo plazo, el juicio, la concentración, la orientación y el habla, lo cual afecta la realización de las actividades básicas diarias.
“Al final, el paciente no puede entender o usar el lenguaje, no reconoce a sus familiares, es incapaz de comer sin ayuda o de controlar los esfínteres y pierde la capacidad de caminar, sentarse y tragar alimentos sólidos. La muerte suele ocurrir entre ocho y diez años después de la aparición de los síntomas”.[2]
Se dice que la acumulación de una proteína llamada “betaamiloide” es la principal causa de la aparición de esta enfermedad.  Aunque  no se sabe a ciencia cierta cual es la verdadera causa de esta enfermedad, se cree que es por herencia genética.
Se da un deterioro de los lóbulos frontales, y algunas áreas del hipocampo, así como el encogimiento del cerebro. Algunas neuronas reducen su función o mueren.
Aun no se encuentra cura de esta enfermedad, existen algunos tratamientos tempranos que hace más lento el progreso de dicha enfermedad y mejora un poco la calidad de vida de los pacientes con esta enfermedad.
Se recomienda una buena alimentación basada en alimentos ricos en vitamina E, ácidos grasos n-3 y  grasa no saturadas no hidrogenadas; hacer ejercicio o mantenerse lo más activos posibles.
Podemos concluir que esta enfermedad es una de las muestras más relevantes de la importancia que tiene la pérdida de la memoria en la vejez, ya que esta enfermedad es lo que puede ocurrir en el peor de los casos en cuanto a la pérdida de la memoria.
He aquí la importancia de estimular la memoria en la etapa de la vejez y  propiciar en el adulto mayor la actividad del proceso de la memoria en sus diferentes etapas.




[1] Esta tabla fue sacada del libro: PAPALIA, Diane E.et.al. Desarrollo humano. p.571.
[2] Ídem. 


FUENTES BIBLIOGRÁFICAS

PAPALIA, Diane E. et.al. Desarrollo Humano. 11ª ed. México, Mc Graw Hill, 2010.pp. 548-559





LA MEMORIA: ¿QUÉ ES? Y ¿CÓMO SE AFECTA EN LA VEJEZ?


        La Memoria

¿QUÉ ES? Y ¿CÓMO SE AFECTA EN LA VEJEZ?

           
  ¿Qué el la memoria?
“En los hombres la memoria es muy importante, ya que si no la tuviéramos, nuestra conducta sería como la de las plantas. No sabríamos quienes somos, o por qué estamos aquí y no podríamos aprender nada”.[1]
Para algunos psicólogos, la memoria no solo esta presente en el ser humano, sino también en los animales, ya que estos son capaces de retomar algunas conductas pasadas, que se cree fueron almacenadas en su memoria.
“Sabemos que los animales tiene memoria porque presentan formas de conducta que son producto de experiencias anteriores; así por ejemplo, sí esta forma de conducta demuestra que tiene memoria”.[2]
Si embargo en este trabajo sólo retomaremos la memoria en el ser humano, para así conocer el lugar que esta ocupa en  la vejez, dejando completamente de lado la memoria animal.
Como sabemos, siempre que hablamos del concepto de memoria, lo consideramos como un proceso de almacenamiento, el cual nos permite guardar información  obtenida anteriormente (en el pasado) y recuperarla cuando esta se necesite. En cuanto a la definición de memoria de manera mas especializada, se menciona como un proceso psicológico, de almacenamiento de información. Algunos de los conceptos o significados que pude encontrar son los siguientes:
“Llamamos memoria a la capacidad que tienen los animales y el hombre de traer mentalmente los hechos pasados al presente; por mentalmente entendemos que lo  que repetimos es  su representación por medio de procesos  electroquímicos del cerebro…”[3]
“El proceso psicológico que  permite mantener presentes los distintos elementos de la información mientras se logra integrarse unos con otros es lo que llamamos memoria”.[4]
“La memoria es un proceso psicológico que cumple importantes funciones como la codificación y el almacenamiento de la información codificada en algún lugar del cerebro, y la recuperación de dicha información almacenada cuando resulta necesario para los objetivos de la persona”.[5]
“Memoria es el nombre que damos a nuestra capacidad, buena o pobre, de retener en la mente tanto las experiencias recientes como aquellas que constituyen nuestro pasado”.[6]
“Memoria es la capacidad cognitiva básica para adquirir, retener y recuperar información y acontecimientos acaecidos con anterioridad”.[7]
Por lo que, podría decirse que la memoria es un proceso psicológico y una capacidad cognitiva que funciona por medio de procesos electroquímicos en el cerebro, influido también por las relaciones asociativas establecidas en la vida de cada individuo, sobre todo relaciones pasadas. Dicho proceso muestra la capacidad que se tiene de retener información de estas relaciones o experiencias y tenerlas presentes cuando se requieran, es así como es posible traer a la mente sucesos pasados que marcan nuestra vida.
En el proceso de la memoria entra en juego el recuerdo, el cual forma parte importante para que dicho proceso psicológico, entendido como memoria, pueda ser concretado.
El recuerdo entonces se define como:
“Hechos que se fijan a la memoria[8] ó bien, de manera más clara como:
“Facultad que permite “sacar” de la memoria sucesos pasados, de manera que por medio de la evocación podamos volver a reproducir un material pasado”.[9]
De esta manera se puede decir que el recuerdo entonces son sucesos o hechos pasados que se fijan o almacenan en la memoria y que pueden volver a reproducirse  por medio de la evocación.

      Proceso de memoria (fases o pasos).
La memoria procesa los recuerdos mediante cinco pasos o fases:
1)      ADQUISICIÓN O FIJACIÓN: los hechos percibidos son registrados en nuestra memoria, entre más claros sean los hechos percibidos, más fieles serán a lo realmente sucedido. Es por eso que se dice que para aprender se necesita poner toda la atención posible, para que los conocimientos sean totalmente claros y fieles.
2)      CONSERVACIÓN: consiste, como su nombre lo indica, en la conservación o permanencia de los impulsos nerviosos generados por los estímulos que percibimos en nuestro cerebro; el recuerdo se conserva en forma de cambios electroquímicos en nuestro cerebro.
3)      EVOCACIÓN: consiste en traer mentalmente los hechos pasados, almacenados, al presente; los recuerdos pueden ser reproducidos, evocados o vueltos a pensar, e incluso en ocasiones actuamos de acuerdo a ellos.
4)      UBICACIÓN: consiste en localizar los recuerdos en tiempo y lugar, es decir ubicar ¿dónde? Y ¿cómo? lo hicimos.
5)      RECONOCIMIENTO: consiste en determinar o reconocer los recuerdos como nuestro y como ajenos, es decir, como cosas que hicimos o nos pasaron a nosotros y como extraños si se trata de hechos de otras personas.

       Tipos de memoria
Aproximadamente en los años 60`s nace lo que sería la psicología cognitiva que hace popular la idea de la existencia de distintos almacenes de memoria, cada uno con características diferentes y con duración relativamente diferente. En general se distinguieron 2 tipos de duraciones, a largo plazo y a corto plazo, de las cuales se derivan los otros tipos de memoria.

a)      Memoria a corto plazo (MCP).
Este tipo de memoria sirve para almacenar una cantidad muy limitada de información durante un muy corto tiempo (segundos). Si la información resulta poco relevante para el individuo o no se procesa de manera activa, dicha información se pierde. La memoria tiene una parte importante en la adquisición de nueva información, ya que desecha la información poco relevante y transmite a la memoria de largo plazo la información relevante, dejándola en el inconsciente.
“La memoria a corto plazo es una memoria activa en la que puede retenerse una pequeña cantidad de información durante poco tiempo. Sirve para poder realizar otras funciones cognoscitivas como realizar la repetición, el razonamiento o algún aprendizaje mínimo .La MCP es una memoria transitoria cuya huellas decae o se borra al cabo de unos segundos”.[10]
 Esta memoria tiene más estabilidad pero como bien lo dijimos su capacidad es muy limitada, una de sus funciones es el almacenamiento, pero solo el almacenamiento temporal. En la vejez la recuperación de la información es más lenta y la memoria a corto plazo se va de manera más rápida.

b)      Memoria a largo plazo (MLP).
     Este tipo de memoria sirve como un gran almacén, en el cual se registran y mantiene una gran cantidad de hechos significativos para la persona, de una manera permanente o casi permanente.
Esta memoria a su vez es dividida en 3 sistemas:
1.      Memoria episódica: se relaciona con eventos específicos, para recordar dicho evento específico es necesario recordar toda la experiencia y así extraer el evento que se necesita. Es un sistema de memoria que tiene mayor probabilidad de deteriorarse con la edad.
  1. Memoria semántica: contiene el conocimiento almacenado sobre hechos históricos, ubicaciones geográficas, costumbres sociales, significados de palabras y cosas de ese estilo, funciona como una enciclopedia. Muestra poco deterioro en la edad debido a que no es necesario que se recuerde cuándo y dónde se aprendió algo. En ocasiones se considera que con la edad aumenta este sistema de memoria.
  2. Memoria procedimental: incluye habilidades motoras, hábitos y procesos aprendidos, los cuales pueden activarse sin un esfuerzo consciente. Este sistema de memoria, relativamente, es poco afectada por la edad, a pesar de que los adultos mayores tenga una pérdida en la rapidez de algunos movimientos y/o respuestas.

         Perdida de la memoria en la vejez.
Generalmente se asocia las fallas de la memoria con un signo del envejecimiento; la pérdida de la memoria es una de las principales preocupaciones entre las personas en proceso de envejecimiento.
“Se estima que uno de cada cinco adultos mayores de 70 años presenta cierto grado de deterioro de la memoria fuera de la demencia”.[11]
Pero al igual que algunos otros cambios en las capacidades cognoscitivas, el funcionamiento de la memoria en las personas mayores disminuye con lentitud y varía de manera considerable entre una persona y otra.
Algunos factores que interviene en la perdida de la  memoria son los cambios biológicos  en la vejez, que son determinados por la genética y la evolución humana.
Algunos de los cambios que afectan la memoria, es que en la vejez se produce una disminución del peso del cerebro o una pérdida de neuronas cerebrales, lo que puede repercutir en un profundo o ligero deterioro cerebral o simplemente una perdida benigna de la memoria.
Algunos otros aspectos que pueden alterar o modificar la capacidad que se tiene para retener información se debe a aspectos sensoriales. Ya que como bien lo mencionamos antes se da una pérdida gradual de la visión y en la audición, lo cual que desencadena una modificación o alternación en la recepción de la información y en consecuencia la retención y el recuerdo de ésta.
Otras causas son las psicológicas y  socioemocionales, como son la jubilación, la soledad, la pérdida de un ser querido. Ante estas diferentes situaciones disminuye la capacidad de atención, la falta de concentración   y la calidad de la memoria.
 La mayoría de las investigaciones y estudios realizados sugieren que a medida que las personas van envejeciendo sus procesos mentales son más deficientes. Se produce un enlentecimiento en todas sus funciones, tanto físicas como psicológicas, así como un deterioro en lo sentimientos y en la memoria.
“El envejecimiento generalmente viene asociado al declive del recuerdo y en el reconocimiento de nuevos hechos”.[12]
Por lo tanto cuesta trabajo que los nuevos aprendizajes adquiridos en esta edad se registren en la memoria.
Se pude encontrar que la personas con edad de 40 años en adelante van presentando un déficit muy marcado en la memoria a corto plazo, lo cual nos muestra que dicho déficit esta asociado con la edad.
“…se cree que la amplitud de memoria en tareas de MCP puede deberse a que los jóvenes repiten más estímulos contenidos en la MCP que los viejos”[13]
Algunos problemas relacionados con la memoria son el olvido de las palabras, o el significado de estas, generalmente asociado a la frase “lo tenia en la punta de la lengua”; generalmente los adultos mayores se desempeñan mejor que los jóvenes en cuanto decir el significado de una palabra, pero se vuelve un problema cuando se les da el significado y deben decir de que palabra se trata. Otro error muy común en esta edad es equivocarse al nombrar en voz alta  las fotografías de objetos, equivocarse en el habla cotidiana, usar muletillas-como “este”, “um”, “eh”- para llenar las pausas que se dan al hablar.
Se cree que la perdida de la memoria es debido a dos factores principalmente:
  1. Cambio en las estructuras biológicas que hacen funcionar la memoria.
  2. Cambios en los procesos que se requieren para procesar la información en la memoria.
Lo que a continuación desarrollaremos de una manera más detallada.


a)      Cambios neurológicos.
La disminución en el procesamiento parece ser una de las contribuciones fundamentales a la pérdida de memoria relacionada con la edad. Un trastorno que daña una estructura del cerebro puede perjudicar el tipo de memoria asociado con ella.
Los lóbulos frontales y el hipocampo son algunas de las partes del cerebro que están involucradas en el procesamiento y almacenamiento de la información.
“Los lóbulos frontales se activan durante la codificación y recuperación de los recuerdos episódicos y su disfunción puede ocasionar recuerdos falsos, esto es, ”recordar” cosas que nunca ocurrieron”.[14]
El deterioro temprano de la corteza pre-frontal puede dar origen a problemas tan comunes como la incapacidad para concentrarse o prestar atención  y la dificultad para realizar una tarea que requiere de muchos pasos.
“El hipocampo, una pequeña estructura que se localiza en la parte central profunda del  lóbulo temporal, parece esencial para que opere la capacidad  de almacenar nueva información en la memoria episódica. Las lesiones en el hipocampo y otras estructuras cerebrales involucradas en la memoria episódica pueden dar como resultado la pérdida de recueros recientes.”[15]
Generalmente cuando suceden lecciones, déficit o problemas en alguna área del cerebro, sobre todo si se trata de un hemisferio, el cerebro utilizada mecanismos para apoyarse de otra parte del cerebro o del otro hemisferio y hacer que las consecuencias de esto no sean tan graves. Esta es la razón por la cual en ocasiones la falta de memoria no es tan notable.

b)      Problemas en la codificación, almacenamiento y recuperación.
Generalmente los adultos mayores son menos precisos para codificar una nueva información para facilitar su recuerdo. Es menos probable que los adultos mayores utilicen estrategias que permitan recordar cierta información de manera mas rápida y concisa; y en el caso de que si hagan uso de alguna estrategia, esta estrategia será menos eficiente que si la usaran en una edad más joven.
El material  almacenado, generalmente, se deteriora hasta el momento en que se hace cada vez más difícil o imposible su recuperación. La mayoría de los estudios sugieren que con la edad puede haber un incremento notable en las fallas en el almacenamiento.
“Los adultos mayores tiene más dificultades para recordar que los adultos más jóvenes, pero su desempeño es más o menos igual de bueno en el reconocimiento, que impone menos demandas al sistema de recuperación”.[16]

A pesar de que sus tareas de reconocimiento son buenas, los adultos mayores necesitan más tiempo para buscar en sus recuerdos, y reconocer lo que necesitan





[1] MOCTEZUMA, Nereyda y MOCTEZUMA ROBERTO. Curso elemental de psicología general. p. 86
[2] Ídem.
[3] Ídem.
[4] BALLESTEROS Jiménez, Soledad. Aprendizaje y memoria en la vejez.p.144
[5] Ibídem. p.145
[6] COFER N., Charles. Estructura de la memoria humana.p.1
[7] PONT, Pilar.et.al. Ejercicios de motricidad y memoria para personas mayores.p.18
[8] MOCTEZUMA Nereyda. Opus Cit.p.87
[9] http://psicologia.costasur.com/es/recuerdo/html.
[10] BALLESTEROS Jiménez, Soledad. Opus. Cit. p.45
[11] PAPALIA, Diane E. et.al. Desarrollo humano. p.577.
[12] Ibídem.p.150
[13] Ibídem. p.155
[14] Ibídem. 579.
[15] Ídem.
[16] Ibídem. p.580.





FUENTES BIBLIOGRÁFICAS

ASILI, Nélida. Vida plena en la vejez. México, PAX, 2004. 387p.
BALLESTEROS Jiménez, Soledad. Aprendizaje y memoria en la vejez. Madrid, UNED, 2002. 471p.
BELSKY, J.K. (1996). Psicología del envejecimiento. Teoría, investigación e intervenciones. Barcelona: Masson.
COFER, Charles N. Estructura de la memoria humana. Barcelona, Omega, 1980. 234p.
CORNACHIONE Larringa, María A. Psicología evolutiva de la vejez. Córdoba, Brujas, 2003. 173p.
CORNACHIONE, María A. Adultez: aspectos biológicos, psicológicos y sociales. Córdoba, Brujas, 2006. 298 p.
COSTE, J.C. (1979). Las cincuenta palabras clave de la psicomotricidad. Barcelona: Médica y Técnica, S.A.
HOWE, Michael J. Introducción a la memoria humana. México, Trillas, 1979.117p.
KATZ de Armoza, M. (1981). Técnicas corporales para la tercera edad. Buenos Aires: Paidós.
PAPALIA, Diane E. et.al. Desarrollo Humano. 11ª ed. México, Mc Graw Hill, 2010.pp. 548-559
PONT, Pilar. et.al. Ejercicios de motricidad y memoria para personas mayores. Barcelona, Paidotribo, 2007 .374 pp.
STIFTUNG, Friedich Ebert. Hacía una vejez nueva. Salamanca, Polígono, 1988. 320p.


http:// psicología.com/es/recuerdo/HTML [24/05/ 2011]
http://www.eluniversal.com.mx/ciudad/index.html [30/10/ 2012]

CAMBIOS COGNOSCITIVOS EN LA TERCERA EDAD





CAMBIOS COGNOSCITIVOS EN LA VEJEZ: INTELIGENCIA, CREATIVIDAD Y SABIDURIA


Introducción
La vejez es una de las etapas más difíciles de la vida del ser humano. Esta etapa inicia aproximadamente a partir de los 60 años. Es una etapa difícil ya que es la etapa final de la existencia del ser humano, en la cual aparecen diferentes cambios, pérdidas y deficiencias en el cuerpo y sus funciones.
Generalmente el término vejez se asocia con la perdida de la mayoría de las capacidades del ser humano, tanto físicas como intelectuales, entre las que se encuentran la memoria. Para poder entender la perdida de la memoria asociada con la edad, es necesario comprender primeramente los cambios cognoscitivos en esta etapa, es decir, el envejecimiento cognoscitivo y lo que esto conlleva.

1.                  El desarrollo cognoscitivo en el envejecimiento
En la etapa de la vejez, referente a el desarrollo cognoscitivo se encuentran tanto pérdidas cómo ganancias. El efecto que se tenga en los cambios cognoscitivos dependen de muchos factores, como son la capacidad cognitiva, la posición socio económica y el nivel educativo, del adulto mayor.
Aunque en general los cambios en el las capacidades de  procesamiento, vinculados con la edad, pueden reflejar algún deterioro neurológico, existe una variación individual, lo que sugiere que dichos deterioros no son inevitables, pero quizá puedan corregirse. El envejecimiento cognoscitivo se muestra en los siguientes cambios intelectuales:
o   Perdida significativa de funciones intelectuales que no pueden ser revertidas.
o   Declinación que produce cambios intelectuales en los cuales pueden ser empleados mecanismos compensatorios para mantener el adecuado funcionamiento.
o   Perdidas por desuso de ciertas destrezas y perdida de obligaciones.
o   Pequeños incrementos en algunas capacidades ganadas por la edad, de acuerdo a nuevas actividades y obligaciones adquiridas.
En esta etapa podemos tomar en consideración 4 conceptos o factores de gran importancia en la vejez y en los cambios cognoscitivos: la inteligencia, la sabiduría, la creatividad y la memoria. Comenzaremos con la inteligencia, la cual tiene diferentes tipos de inteligencia, algunos de estos tipos aumentan mientras que otros disminuyen, luego pasaremos con la sabiduría, la cual se asocia con los últimos años debido a la experiencia y conocimientos adquiridos en la vejez, para terminar con nuestro tema fundamental, que será la memoria y por consiguiente la perdida de memoria.

1.1              Inteligencia en el envejecimiento
Se considera que en la etapa de la vejez el hemisferio derecho se deteriora más que el hemisferio izquierdo, afectando así algunas actividades donde se requieren procesos mentales  que involucran algo de los hemisferios (sobre todo el derecho).
“En el transcurso del proceso de envejecimiento, las funciones visoespaciales, visoperceptivas, y visoconstructivas- todas ellas localizadas en el hemisferio derecho- se encuentran más deterioradas que las habilidades lingüísticas, las que a su vez dependen del hemisferio izquierdo”.[1]
En la vejez la inteligencia no va totalmente en disminución ya que depende de las habilidades, los procesos mentales y el razonamiento que se han adquirido y puesto en práctica o utilizado, y por supuesto, la manera en que estos se han utilizado.
La inteligencia en la vejez se mide generalmente usando en método WAIS (Escala de Inteligencia para Adultos de Wechsler); lo cual arroja un CI verbal, un CI de desempeño y un CI total. Dicho estudio tiene 5 sub-pruebas con escalas diferentes desempeño, estudios sobre esta prueba han arrojado que los resultados en esta prueba han disminuido conforme aumenta la edad; pero en general en las pruebas referentes a vocabulario, información y comprensión, el descenso de las calificaciones es gradual y ligero. Al parecer entre más años vivan y mejor salud tengan la perdida en el procesamiento cognoscitivo no aumenta tanto.
Existen varios tipos de inteligencia en las cuales se presentan cambios un tanto considerables en la vejez, en algunos casos disminuye y en otros aumenta. Los principales tipos de inteligencia que podemos encontrar son la inteligencia cristalizada y la inteligencia fluida.
“Cattel (1942) establece la diferencia entre inteligencia fluida e inteligencia cristalizada ya que sostiene que todas las aptitudes intelectuales tiene un número mayor o menor de estos dos tipos de inteligencia”.[2]
Algunas otras son la inteligencia práctica, emocional, interpersonal e intrapersonal, las cuales generalmente derivan de las dos anteriores; las cuales no desarrollare, ya que considero que no son tan importantes para la temática de la memoria.

a)      Inteligencia fluida.
La inteligencia fluida es un concepto introducido por Horn y Catell (1976). La inteligencia se relaciona con los conceptos cognoscitivos considerados como básicos. Este tipo de inteligencia se refiere a la capacidad para pensar y razona; refleja la capacidad de procesamiento de información. Su funcionamiento depende en gran medida de la forma de actuar del sistema nervioso y el cerebro; esta inteligencia  aumenta en los primeros años o ciclos de vida y en los últimos comienza a disminuir. En la vejez la existencia de esta inteligencia varia según la demanda ejercida al adulto mayor, ante situaciones nuevas; por lo tanto se pone en juego cuando el individuo en la etapa de vejez debe elaborar una respuesta nueva ante una situación nueva. Este tipo de inteligencia se define en términos de:

ü  El procesamiento de relaciones percibidas.
ü  La extracción de correlatos.
ü  El mantenimiento de la amplitud de conciencia inmediata en el razonamiento.
ü  La abstracción.
ü  La formación de conceptos.
ü  La resolución de problemas.
Este tipo de inteligencia puede ser medida con pruebas en donde la mayoría de las veces interviene la velocidad, aunque en ocasiones no esta presente, pero incluye principalmente factores con contenido figural, simbólico o semántico. Una de las pruebas se trata de extraer una regla que rige una serie de números o con tareas especiales que no dependen ni de la escuela, ni de la aculturación.

   Inteligencia Cristalizada.
La inteligencia cristalizada se mantiene estable o aumenta a lo largo de la vida, toma una forma más definida gracias a la experiencia.
“El individuo usa su experiencia a lo largo de su vida la inteligencia cristalizada cuando en el abordaje de los problemas se requiere recurrir e aprendizajes previos”.[3]
 Este tipo de inteligencia corresponde a 2 aspectos principalmente:
1.      El conocimiento adquirido.
2.      Las habilidades intelectuales desarrolladas.
Por lo tanto, al contrario de la inteligencia fluida, que disminuye con la edad, la inteligencia cristalizada aumenta de manera considerable con la edad, ya que a lo largo de la vida se van adquiriendo diferentes conocimientos y habilidades.
“El envejecimiento normal se asocia con el declive y/o deterioro de la inteligencia fluida en relación con la inteligencia cristalizada”.[4]
Este tipo de inteligencia se mide a través de la resolución de problemas aritméticos o a través de la definición de algunas palabras, aunque también se puede reconocer, a través de la observación, en la amplitud de conocimientos, en el pensamiento cuantitativo, en la capacidad de juicio, en la sabiduría y en la experiencia.
     Como podemos ver, generalmente la inteligencia fluida se va alentando con la ganancia de los años, mientras que la cristalizada se va enriqueciendo, es por eso que considero que este tipo de inteligencia esta muy ligada con la memoria por que los conocimientos adquiridos por medio de la inteligencia cristalizada son los que más se tratan de recordar para aplicarlos a la solución de problemas.

1.2              Creatividad
“La creatividad es la capacidad humana para innovar, para modificar el ambiente”.[5]
La creatividad en la etapa de la vejez se dice que previene el  proceso de envejecimiento celular; ya que es la mejor manera de compensar la disminución celular provocan un aumento en las ramificaciones del cerebro, así como también una mayor utilización de circuitos neuronales alternativos.
Gracias a la habilidad de la creatividad, es posible dar respuestas nuevas, innovar y dar un nuevo giro a la vida, es ahí donde se encuentra la importancia de que la creatividad se mantenga en la etapa de la vejez. La creatividad le sirve a un adulto mayor para poderse adaptar de mejor forma a su entorno social y a los cambios producidos por la vejez.
Se considera que la creatividad con el paso de los años se mejora, y se toma como referencia a algunos, escritores, pintores, poetas, etc., que han logrado sus máximas obras y creaciones en una edad un tanto avanzada.
“Necesitaría el anciano para ser creativo, ser libre de toda traba ambiental y libre-para cambiar, para inventar y reinventar tanto el mundo que lo rodea como a sí mismo”.[6]

1.3              Sabiduría
     La sabiduría generalmente, a través de la historia y de las diferentes culturas, se  ha asociado con las  personas de  mayor edad. Ya que se considera que con la edad se adquiere dicha sabiduría gracias a las experiencias ya vividas y a los conocimientos ya adquiridos.
“…la idea de que con la edad aumenta la sabiduría, virtud que suele encontrarse más frecuentemente entre las personas con más edad que entre las más jóvenes de cualquier sociedad”.[7]
La sabiduría en la vejez, podría encontrarse en conocer y aceptar que se acerca el fin de la vida humana, reconocer la existencia de la muerte y darle entonces sentido a la vida, no dejar pasar la vida y considerarla como un suceso único e irrepetible, al tomar conciencia de lo transitorio y  lo transcendente.
“La sabiduría capta el verdadero sentido de todo lo que existe: del valor, de la vida, de la muerte, del trabajo, del dolor y del amor. La ancianidad es conceptuada como la estructura  final de la vida humana, en la que podemos lograr madurez personal y espiritual.
El anciano que ha logrado la sabiduría sabe que es mejor perdonar que tener razón y tener paciencia que manejarse con violencia; además sabe que los verdaderos valores de la vida se encuentran en el silencio y no en el ruido”.[8]


[1] CORNACHIONE Larrinaga, María A. Psicología evolutiva de la vejez.p.110
[2] Ibídem.p.105.
[3] Ibídem. p.109
[4] Ídem.
[5] CORNACHIONE, María A. Adultez: aspectos biológicos, psicológicos y sociales.p.113
[6] STIFTUNG, Friederich Ebert. Hacia una vejez nueva.p.171.
[7] Ibídem. p.156.
[8] ASILI, Nélida. Vida plena en la vejez.p.324.



FUENTES BIBLIOGRÁFICAS

ASILI, Nélida. Vida plena en la vejez. México, PAX, 2004. 387p.

CORNACHIONE Larringa, María A. Psicología evolutiva de la vejez. Córdoba, Brujas, 2003. 173p.
CORNACHIONE, María A. Adultez: aspectos biológicos, psicológicos y sociales. Córdoba, Brujas, 2006. 298 p.
STIFTUNG, Friedich Ebert. Hacía una vejez nueva. Salamanca, Polígono, 1988. 320p.